DIARIO GUAJIRA
DIA 1:
El primer día empezó muy temprano alrededor de las 3 de la mañana me estaba despertando, pues nuestros vuelos eran los primeros en salir hacia Bogotá. A las 4 de la mañana ya se encontraban las personas que viajaban en el primero vuelo y yo llegue tipo 4:30. La emoción de saber que finalmente hoy era el día que tanto habíamos esperado era superior al cansancio de lo poco que habíamos dormido. Abordamos con mayor facilidad y cuando estábamos en el aire con por lo menos 15 minutos de haber despegado presento una falla técnica que implico tener que volver al aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón.
Esperamos 30 minutos y después despegamos de nuevo hacia Bogotá. Llegamos a Bogotá 10 minutos antes que despegara nuestro vuelo a Santa Marta por este motivo el avión tuvo que aterrizar en el puente aéreo para permitirnos alcanzar el siguiente vuelo.
Al llegar a Santa Marta, nos reencontramos con nuestros amigos que llegaron en un vuelo diferente, nos cambiamos de ropa y nos montamos a los buses para ir a playa camarones a almorzar. El recorrido duro unas cuantas horas pero era tanto el cansancio que llegamos en un abrir y cerrar de ojos.
Llegamos a esta playa donde nos estaba esperando un delicioso arroz de camarones y finalmente estuvimos todo el año junto. Después del almuerzo tuvimos que dejar nuestras maletas de asalto en los buses y llevar nuestras Camelbaks pues iniciaríamos una caminata de la cual no teníamos conocimiento alguno.
Caminamos hasta llegar a un enorme lago donde unas canoas de madera nos esperaban para poder hacer un recorrido en el cual veríamos un hermoso atardecer y podríamos tener muy de cerca de los flamencos rosados. Antes de terminar el recorrido decidimos tirarnos al “agua” que resulto ser barro y ahí se desencadeno una guerra de barro hasta que nos tuvieron que parar porque se estaba oscureciendo y estábamos lejos de nuestro destino final el cual era la ranchería de Vanessa.
Después de por lo menos dos horas de caminar llenos de barro llegamos a los buses que nos estaban esperando para llevarnos a la ranchería en la que dormiríamos esa noche. Llegamos a la ranchería las mujeres tuvimos la posibilidad de ducharnos y después nos esperaba un plato de chivo de comida. Comimos y después fuimos a una fogata donde muy gentilmente Vanessa nos conto bastante sobre su cultura y después finalmente pudimos dormir en nuestras hamacas.
DIA 2:
A las 5 de la mañana aproximadamente estábamos despiertos, la temperatura había bajado notablemente en la madrugada y el frio despertó a la gran mayoría. Siendo conscientes de la situación en la que se encuentra la Guajira en términos del agua, muy pocos decidieron bañarse. Yo me puse otra ropa y fui directamente a desayunar.
Despues del desayuno nos estaban esperando los instructores de Bluefields y vanessa con algunos familiares para enseñarnos sobre alguno de sus bailes. Tuvimos la oportunidad de presenciar el “Baile de la mosca” y algunos de mis compañeros pudieron unirse y hacerlo con ellos.
Al terminar el baile pudimos comprar algunas de las artesanías que nos ofrecían en la ranchería para poder llevar de recuerdo. Lo que siempre se me grabara es el pensar que tuve la oportunidad de comprárselo a quien verdaderamente lo hizo, cosa que pasa rara vez cuando uno compra alguna de esas mochilas o túnicas que por ponerle algunas piedras le incrementan el precio hasta 4 veces mas de lo que verdaderamente cuesta y sin dejar por fuera que de lo que ganan en realidad los que hicieron el producto.
Afuera de la ranchería nos esperaban 15 camionetas 4x4 donde nos encontramos con nuestros compañeros que habíamos elegido semanas atrás en el colegio. Mi camioneta era la #10. Pasamos varias horas en la camioneta hasta llegar a nuestro destino, pero la gran mayoría del tiempo lo pasamos dormidos pues el cansancio acumulado era sublime.
Antes de llegar a nuestro destino final hicimos una parada para ver los molinos de viento que generan aparentemente “Energia Limpia Para Mi Guajira” pero después de analizar varios aspectos se llego a concluir que ninguna de las casas que vimos en el camino de los Guajiros contaban con energía, asi que la pregunta ahora era para donde va esta energía que efectivamente es producida en La Guajira?
Llegamos finalmente a la ranchería Utta donde nos esperaba un delicioso pescado frito almorzamos y de nuevo nos montamos en nuestras camionetas. Donde fuimos a una espectacular playa y pudimos meternos al mar mientras veíamos el atardecer. Después de meternos al mar las camionetas se fueron y tuvimos que caminar bajo la luz de las estrellas hasta la ranchería.
Al llegar comimos y después fuimos a la playa donde se nos dio la opción de ir a hacer una caminata hasta el faro del cabo de la vela y después quedarnos dos horas completamente solos, pero yo preferí quedarme en la playa. Estuvimos como dos horas en la playa hablando y viendo las estrellas, ahí pude ver el cielo mas estrellado que jamás había visto, incluso pude ver estrellas fugaces.
DIA 3:
El tercer día nos levantaron temprano pues teníamos que cumplir con la prueba física de educación física, nos pusimos la ropa para hacer ejercicio y nos dividieron en grupos con un guía para ver quien podía llegar de primero. Mi grupo fue el que se conformo de ultimo y ninguno tuvo la disposición de trotar a diferencia de Juliana y yo. Llegamos hasta el faro trotando y tuvimos una vista increíble pero lastimosamente nadie había llevado cámaras entonces tuvimos solo una foto que fue tomada con el celular de un compañero.
Nos devolvimos a la ranchería trotando y tuvimos que esperar hasta que nuestro grupo estuviera completo de nuevo. Mientras esperábamos que todos los integrantes de nuestro grupo regresaran nos pudimos meter al mar pero lo recomendado por los guias de Bluefields fue salirnos muy pronto pues en el agua se encontraban aguamalas. Cuando finalmente llego todo mi grupo fuimos a desayunar y después a recoger todas nuestras pertenencias pues nuestro camino seguía.
Las camionetas de nuevo nos esperaban, entonces nos duchamos brevemente con un balde para una amiga y para mi. Al principio parecía ser algo increíble e ilógico y en mi mente me preguntaba ¿Cómo pretenden que con tan poco agua nos duchemos las dos? Pero también pensé que si nos decían que así debíamos hacerlo era porque debía ser posible. Efectivamente el agua fue mas que suficiente las dos pudimos bañarnos muy bien e incluso sobro agua, esto me puso a reflexionar de cómo sin darnos cuenta malgastamos el agua en nuestros hogares, no solo por el tiempo que nos demoramos en la ducha pero por las veces que nos llegamos a bañar en un solo día.
Seguimos en las camionetas sin saber cual era nuestro destino pero el paisaje ya era mucho mas diferente. Era totalmente desértico de la nada las camionetas pararon en literalmente el medio de la nada, nos encontrábamos en el desierto de la guajira. Solo veíamos arena y en el fondo lejos parecía que hubiese agua, pero en realidad solo era el espejismo producido.
Casi todo el día estuvimos en las camionetas hasta llegar a Riohacha donde nos estaban esperando unas hermosas artesanías típicas que nos llevaban hasta los buses. En los buses también perdí la noción del tiempo porque de nuevo en un abrir y cerrar de ojos estábamos en Palomino. Ahora todo el paisaje era distinto, nos encontramos con un Eco hotel increíble, que se notaba que fue echo con mucho trabajo y dedicación.
Tuvimos que arreglar bien el asunto de las habitaciones pero esto no fue una incomodidad porque nos puso a reflexionar en que verdaderamente cosas así siempre se presentaran en la vida donde uno piensa que ya esta bien organizado y te toca pensar no solo en tu bienestar pero en el de las personas que te rodean. Al solucionar este asunto comimos, organizamos las cosas necesarias en nuestro morral de asalto para el día siguiente y nos fuimos a dormir.
DIA 4:
Este día también comenzó muy temprano pues nos esperaba una gran caminata desde palomino hasta el Tayrona. Estuvimos 15 minutos en los buses que nos llevaron hacia el lugar en donde comenzaba la caminata, empezamos a caminar y nos dimos cuenta que esta caminata era mas dura de lo que nos imaginábamos.
De repente ya no éramos solo un grupo caminando sino muchísimos pues las personas se fueron agrupando según el ritmo en el que iban. Yo me encontraba en el grupo de la mitad, el calor era impresionante y durante las primeras horas toda la caminata fue empinada. Llegamos a un lugar que era plano y almorzamos el refrigerio que nos dieron en el hotel y sin perder mucho tiempo proseguimos la caminata.
Pero aunque hubiéramos pasado por la parte mas dura ahora toda la caminata era en bajada y parecía que nunca iba a terminar. El paisaje eran piedras, abismos y mas piedras. Pero era motivante saber que al final de esta larga jornada caminando llegaríamos al mar del Tayrona.
Finalmente llegamos, nos pusimos el vestido y de una fuimos al mar, había anhelado estar en ese mar desde el principio de la caminata entonces fue como haber llegado al paraíso. Aunque en verdad si es un paraíso tropical increíble. Estuvimos alrededor de dos horas en la playa y después seguimos otra caminata hacia la ranchería que nos acogería esa noche. De pronto se fue oscureciendo y tuvimos la oportunidad de ver el atardecer mientras caminábamos por la playa.
Llegamos a esa ranchería y fuimos asignados una llave que era el numero de tu hamaca, pero finalmente arreglamos para que todos los mas amigos pudiéramos dormir cerca. Nos duchamos y fuimos a comer, hoy el cansancio superaba el del primer día. A pesar de que nos dieron la opción de aprovechar los últimos días e ir a una fogata o simplemente dormir después de comer todos decidimos ir a dormir.
DIA 5:
Ya el viaje estaba pronto a terminar y esto nos generaba una nostalgia infinita, nos levantamos desayunamos y fuimos a una playa llamada “La Piscinita”. Esta playa era espectacular el agua era clarita y el paisaje que la rodeaba parecía una foto. Nos llevaron a esta playa que era un poco alejada de nuestra ranchería porque el mar mas cercano era prohibido meterse ya que la cuenta de las muertes en ese especifico lugar eran alrededor de 1200.
Estuvimos como una hora en la piscinita y después volvimos a la ranchería por nuestras maletas para seguir nuestra caminata ahora de vuelta a palomino. La caminata parecía ser muy corta comparando con la del día anterior, pero cuando apenas estábamos empezando nos encontramos con dos niñas Wayus con no mas de 8 años manejando un machete a la perfección abriendo cocos y vendiéndolos. Me pareció impresionante pues en mi casa ni siquiera estoy autorizada a manejar los cuchillos filudos y ellas con la mitad de mi edad ya trabajando y manejando un machete de una forma increíble.
La caminata tenia unos paisajes increíbles y algunos de mis compañeros dicen haber escuchado a los micos. Durante todo el recorrido nos encontramos que muchas personas donde ninguna era Colombiana, todos eran extranjeros y estaban igual de asombrados que yo de la belleza de fauna y flora. Seguimos la caminata hasta llegar a los buses que nos llevarían de vuelta al eco hotel de Palomino.
Al llegar nos esperaba otro delicioso almuerzo, muchas personas después se metieron al mar pero yo preferí ir a descansar a mi habitación y después salir. Por la tarde jugamos un partido de futbol en la playa 3 contra 3, hombres contra mujer en el que parecía increíble pero llego un momento en el que las mujeres íbamos ganando 5 a 1. Después del partido mi compañera de cuarto y yo nos bañamos y salimos de nuevo a la playa.
Ya estaba atardeciendo entonces nos citaron en el comedor para darnos las instrucciones del día siguiente y nos invitaban a una fogata en la playa. Comimos un seviche de camarones de los mejores que me he comido en mi vida, fuimos a la fogota donde los de Bluefields nos dieron una despedida muy linda y donde nosotros pudimos agradecerles a ellos y a los profesores que nos acompañaron durante esa semana inolvidable.
Por la noche nos quedamos hasta tarde escuchando música con mis amigos.
DIA 6:
El ultimo día nos levantamos demasiado temprano y ninguno podía del sueño. Pero pues había que disfrutar lo poco que quedaba del viaje. Nos dividimos en tres grupos dos de 15 y uno de 30. Mi grupo era el mas grande y tuvimos que ir a ayudar a “El proyecto de Tito”. Este proyecto se trataba de un señor que le daba bicicletas a los niños de su barrio a cambio de botellas plásticas vacías.
El propósito era crear basureros hechos de botellas plásticas, esto se lograba hacer atravesando un alambre por cada botella haciendo una tira larga y después tenían que enrollarla haciendo un tipo de túnel que después iba a ser amarrado con otro alambre.
A mi personalmente no me gusto en lo absoluto esta actividad pues la idea de Tito era reciclar para acabar con la contaminación y su lugar de trabajo parecía un basurero. No solo por el olor y el aspecto pero por la cantidad de basura que se encontraba en el piso.
Acabamos con esta actividad y de nuevo fuimos a los buses. Me senté y ni siquiera sentí cuando el bus arranco porque me desperté y estábamos en el hotel de Palomino de nuevo. Llegamos a la playa y los integrantes de Bluefields nos tenían un detalle muy lindo. Nos escribieron en la arena ¡GRACIAS! Y alrededor de este letrero habían camisetas moradas que decían cosas motivantes .
De nuevo cogimos los buses y llegamos al aeropuerto de santa marta y aquí termino este inolvidable viaje.
DIA 1:
El primer día empezó muy temprano alrededor de las 3 de la mañana me estaba despertando, pues nuestros vuelos eran los primeros en salir hacia Bogotá. A las 4 de la mañana ya se encontraban las personas que viajaban en el primero vuelo y yo llegue tipo 4:30. La emoción de saber que finalmente hoy era el día que tanto habíamos esperado era superior al cansancio de lo poco que habíamos dormido. Abordamos con mayor facilidad y cuando estábamos en el aire con por lo menos 15 minutos de haber despegado presento una falla técnica que implico tener que volver al aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón.
Esperamos 30 minutos y después despegamos de nuevo hacia Bogotá. Llegamos a Bogotá 10 minutos antes que despegara nuestro vuelo a Santa Marta por este motivo el avión tuvo que aterrizar en el puente aéreo para permitirnos alcanzar el siguiente vuelo.
Al llegar a Santa Marta, nos reencontramos con nuestros amigos que llegaron en un vuelo diferente, nos cambiamos de ropa y nos montamos a los buses para ir a playa camarones a almorzar. El recorrido duro unas cuantas horas pero era tanto el cansancio que llegamos en un abrir y cerrar de ojos.
Llegamos a esta playa donde nos estaba esperando un delicioso arroz de camarones y finalmente estuvimos todo el año junto. Después del almuerzo tuvimos que dejar nuestras maletas de asalto en los buses y llevar nuestras Camelbaks pues iniciaríamos una caminata de la cual no teníamos conocimiento alguno.
Caminamos hasta llegar a un enorme lago donde unas canoas de madera nos esperaban para poder hacer un recorrido en el cual veríamos un hermoso atardecer y podríamos tener muy de cerca de los flamencos rosados. Antes de terminar el recorrido decidimos tirarnos al “agua” que resulto ser barro y ahí se desencadeno una guerra de barro hasta que nos tuvieron que parar porque se estaba oscureciendo y estábamos lejos de nuestro destino final el cual era la ranchería de Vanessa.
Después de por lo menos dos horas de caminar llenos de barro llegamos a los buses que nos estaban esperando para llevarnos a la ranchería en la que dormiríamos esa noche. Llegamos a la ranchería las mujeres tuvimos la posibilidad de ducharnos y después nos esperaba un plato de chivo de comida. Comimos y después fuimos a una fogata donde muy gentilmente Vanessa nos conto bastante sobre su cultura y después finalmente pudimos dormir en nuestras hamacas.
DIA 2:
A las 5 de la mañana aproximadamente estábamos despiertos, la temperatura había bajado notablemente en la madrugada y el frio despertó a la gran mayoría. Siendo conscientes de la situación en la que se encuentra la Guajira en términos del agua, muy pocos decidieron bañarse. Yo me puse otra ropa y fui directamente a desayunar.
Despues del desayuno nos estaban esperando los instructores de Bluefields y vanessa con algunos familiares para enseñarnos sobre alguno de sus bailes. Tuvimos la oportunidad de presenciar el “Baile de la mosca” y algunos de mis compañeros pudieron unirse y hacerlo con ellos.
Al terminar el baile pudimos comprar algunas de las artesanías que nos ofrecían en la ranchería para poder llevar de recuerdo. Lo que siempre se me grabara es el pensar que tuve la oportunidad de comprárselo a quien verdaderamente lo hizo, cosa que pasa rara vez cuando uno compra alguna de esas mochilas o túnicas que por ponerle algunas piedras le incrementan el precio hasta 4 veces mas de lo que verdaderamente cuesta y sin dejar por fuera que de lo que ganan en realidad los que hicieron el producto.
Afuera de la ranchería nos esperaban 15 camionetas 4x4 donde nos encontramos con nuestros compañeros que habíamos elegido semanas atrás en el colegio. Mi camioneta era la #10. Pasamos varias horas en la camioneta hasta llegar a nuestro destino, pero la gran mayoría del tiempo lo pasamos dormidos pues el cansancio acumulado era sublime.
Antes de llegar a nuestro destino final hicimos una parada para ver los molinos de viento que generan aparentemente “Energia Limpia Para Mi Guajira” pero después de analizar varios aspectos se llego a concluir que ninguna de las casas que vimos en el camino de los Guajiros contaban con energía, asi que la pregunta ahora era para donde va esta energía que efectivamente es producida en La Guajira?
Llegamos finalmente a la ranchería Utta donde nos esperaba un delicioso pescado frito almorzamos y de nuevo nos montamos en nuestras camionetas. Donde fuimos a una espectacular playa y pudimos meternos al mar mientras veíamos el atardecer. Después de meternos al mar las camionetas se fueron y tuvimos que caminar bajo la luz de las estrellas hasta la ranchería.
Al llegar comimos y después fuimos a la playa donde se nos dio la opción de ir a hacer una caminata hasta el faro del cabo de la vela y después quedarnos dos horas completamente solos, pero yo preferí quedarme en la playa. Estuvimos como dos horas en la playa hablando y viendo las estrellas, ahí pude ver el cielo mas estrellado que jamás había visto, incluso pude ver estrellas fugaces.
DIA 3:
El tercer día nos levantaron temprano pues teníamos que cumplir con la prueba física de educación física, nos pusimos la ropa para hacer ejercicio y nos dividieron en grupos con un guía para ver quien podía llegar de primero. Mi grupo fue el que se conformo de ultimo y ninguno tuvo la disposición de trotar a diferencia de Juliana y yo. Llegamos hasta el faro trotando y tuvimos una vista increíble pero lastimosamente nadie había llevado cámaras entonces tuvimos solo una foto que fue tomada con el celular de un compañero.
Nos devolvimos a la ranchería trotando y tuvimos que esperar hasta que nuestro grupo estuviera completo de nuevo. Mientras esperábamos que todos los integrantes de nuestro grupo regresaran nos pudimos meter al mar pero lo recomendado por los guias de Bluefields fue salirnos muy pronto pues en el agua se encontraban aguamalas. Cuando finalmente llego todo mi grupo fuimos a desayunar y después a recoger todas nuestras pertenencias pues nuestro camino seguía.
Las camionetas de nuevo nos esperaban, entonces nos duchamos brevemente con un balde para una amiga y para mi. Al principio parecía ser algo increíble e ilógico y en mi mente me preguntaba ¿Cómo pretenden que con tan poco agua nos duchemos las dos? Pero también pensé que si nos decían que así debíamos hacerlo era porque debía ser posible. Efectivamente el agua fue mas que suficiente las dos pudimos bañarnos muy bien e incluso sobro agua, esto me puso a reflexionar de cómo sin darnos cuenta malgastamos el agua en nuestros hogares, no solo por el tiempo que nos demoramos en la ducha pero por las veces que nos llegamos a bañar en un solo día.
Seguimos en las camionetas sin saber cual era nuestro destino pero el paisaje ya era mucho mas diferente. Era totalmente desértico de la nada las camionetas pararon en literalmente el medio de la nada, nos encontrábamos en el desierto de la guajira. Solo veíamos arena y en el fondo lejos parecía que hubiese agua, pero en realidad solo era el espejismo producido.
Casi todo el día estuvimos en las camionetas hasta llegar a Riohacha donde nos estaban esperando unas hermosas artesanías típicas que nos llevaban hasta los buses. En los buses también perdí la noción del tiempo porque de nuevo en un abrir y cerrar de ojos estábamos en Palomino. Ahora todo el paisaje era distinto, nos encontramos con un Eco hotel increíble, que se notaba que fue echo con mucho trabajo y dedicación.
Tuvimos que arreglar bien el asunto de las habitaciones pero esto no fue una incomodidad porque nos puso a reflexionar en que verdaderamente cosas así siempre se presentaran en la vida donde uno piensa que ya esta bien organizado y te toca pensar no solo en tu bienestar pero en el de las personas que te rodean. Al solucionar este asunto comimos, organizamos las cosas necesarias en nuestro morral de asalto para el día siguiente y nos fuimos a dormir.
DIA 4:
Este día también comenzó muy temprano pues nos esperaba una gran caminata desde palomino hasta el Tayrona. Estuvimos 15 minutos en los buses que nos llevaron hacia el lugar en donde comenzaba la caminata, empezamos a caminar y nos dimos cuenta que esta caminata era mas dura de lo que nos imaginábamos.
De repente ya no éramos solo un grupo caminando sino muchísimos pues las personas se fueron agrupando según el ritmo en el que iban. Yo me encontraba en el grupo de la mitad, el calor era impresionante y durante las primeras horas toda la caminata fue empinada. Llegamos a un lugar que era plano y almorzamos el refrigerio que nos dieron en el hotel y sin perder mucho tiempo proseguimos la caminata.
Pero aunque hubiéramos pasado por la parte mas dura ahora toda la caminata era en bajada y parecía que nunca iba a terminar. El paisaje eran piedras, abismos y mas piedras. Pero era motivante saber que al final de esta larga jornada caminando llegaríamos al mar del Tayrona.
Finalmente llegamos, nos pusimos el vestido y de una fuimos al mar, había anhelado estar en ese mar desde el principio de la caminata entonces fue como haber llegado al paraíso. Aunque en verdad si es un paraíso tropical increíble. Estuvimos alrededor de dos horas en la playa y después seguimos otra caminata hacia la ranchería que nos acogería esa noche. De pronto se fue oscureciendo y tuvimos la oportunidad de ver el atardecer mientras caminábamos por la playa.
Llegamos a esa ranchería y fuimos asignados una llave que era el numero de tu hamaca, pero finalmente arreglamos para que todos los mas amigos pudiéramos dormir cerca. Nos duchamos y fuimos a comer, hoy el cansancio superaba el del primer día. A pesar de que nos dieron la opción de aprovechar los últimos días e ir a una fogata o simplemente dormir después de comer todos decidimos ir a dormir.
DIA 5:
Ya el viaje estaba pronto a terminar y esto nos generaba una nostalgia infinita, nos levantamos desayunamos y fuimos a una playa llamada “La Piscinita”. Esta playa era espectacular el agua era clarita y el paisaje que la rodeaba parecía una foto. Nos llevaron a esta playa que era un poco alejada de nuestra ranchería porque el mar mas cercano era prohibido meterse ya que la cuenta de las muertes en ese especifico lugar eran alrededor de 1200.
Estuvimos como una hora en la piscinita y después volvimos a la ranchería por nuestras maletas para seguir nuestra caminata ahora de vuelta a palomino. La caminata parecía ser muy corta comparando con la del día anterior, pero cuando apenas estábamos empezando nos encontramos con dos niñas Wayus con no mas de 8 años manejando un machete a la perfección abriendo cocos y vendiéndolos. Me pareció impresionante pues en mi casa ni siquiera estoy autorizada a manejar los cuchillos filudos y ellas con la mitad de mi edad ya trabajando y manejando un machete de una forma increíble.
La caminata tenia unos paisajes increíbles y algunos de mis compañeros dicen haber escuchado a los micos. Durante todo el recorrido nos encontramos que muchas personas donde ninguna era Colombiana, todos eran extranjeros y estaban igual de asombrados que yo de la belleza de fauna y flora. Seguimos la caminata hasta llegar a los buses que nos llevarían de vuelta al eco hotel de Palomino.
Al llegar nos esperaba otro delicioso almuerzo, muchas personas después se metieron al mar pero yo preferí ir a descansar a mi habitación y después salir. Por la tarde jugamos un partido de futbol en la playa 3 contra 3, hombres contra mujer en el que parecía increíble pero llego un momento en el que las mujeres íbamos ganando 5 a 1. Después del partido mi compañera de cuarto y yo nos bañamos y salimos de nuevo a la playa.
Ya estaba atardeciendo entonces nos citaron en el comedor para darnos las instrucciones del día siguiente y nos invitaban a una fogata en la playa. Comimos un seviche de camarones de los mejores que me he comido en mi vida, fuimos a la fogota donde los de Bluefields nos dieron una despedida muy linda y donde nosotros pudimos agradecerles a ellos y a los profesores que nos acompañaron durante esa semana inolvidable.
Por la noche nos quedamos hasta tarde escuchando música con mis amigos.
DIA 6:
El ultimo día nos levantamos demasiado temprano y ninguno podía del sueño. Pero pues había que disfrutar lo poco que quedaba del viaje. Nos dividimos en tres grupos dos de 15 y uno de 30. Mi grupo era el mas grande y tuvimos que ir a ayudar a “El proyecto de Tito”. Este proyecto se trataba de un señor que le daba bicicletas a los niños de su barrio a cambio de botellas plásticas vacías.
El propósito era crear basureros hechos de botellas plásticas, esto se lograba hacer atravesando un alambre por cada botella haciendo una tira larga y después tenían que enrollarla haciendo un tipo de túnel que después iba a ser amarrado con otro alambre.
A mi personalmente no me gusto en lo absoluto esta actividad pues la idea de Tito era reciclar para acabar con la contaminación y su lugar de trabajo parecía un basurero. No solo por el olor y el aspecto pero por la cantidad de basura que se encontraba en el piso.
Acabamos con esta actividad y de nuevo fuimos a los buses. Me senté y ni siquiera sentí cuando el bus arranco porque me desperté y estábamos en el hotel de Palomino de nuevo. Llegamos a la playa y los integrantes de Bluefields nos tenían un detalle muy lindo. Nos escribieron en la arena ¡GRACIAS! Y alrededor de este letrero habían camisetas moradas que decían cosas motivantes .
De nuevo cogimos los buses y llegamos al aeropuerto de santa marta y aquí termino este inolvidable viaje.